Hoy, 21 de Marzo, es el Día Mundial del Síndrome de Down. Nosotras, desde la Academia, queremos hacer visible una realidad social que sin duda debemos entender, valorar e integrar en nuestro día a día.

El síndrome de Down es una alteración genética producida por la presencia de un cromosoma extra (entero o una parte de él) en la pareja cromosómica 21. Por lo tanto, las células de estas personas tienen 47 cromosomas con tres cromosomas en dicho par (de ahí el nombre de trisomía 21), cuando lo habitual es que sólo existan dos. El motivo de esta anomalía genética no se conoce.

En España hay 35.000 personas con este síndrome. Desde la perspectiva de la educación, los docentes somos conscientes de las diferencias que pueden verse en el aula. En general, podemos encontrar una serie de características bastante comunes que dificultan o retrasan el aprendizaje de estos niños y niñas:

  • El proceso de aprendizaje es más lento.
  • Suelen precisar de más tiempo para conseguir los objetivos curriculares, lo que implica más años de escolaridad.
  • Presentan dificultades con el procesamiento de la información: tanto en la recepción de la misma, como a la hora de aplicarla a situaciones concretas.
  • Les cuesta correlacionar y elaborar los conceptos aprendidos para tomar decisiones secuenciales y lógicas
  • Problemas para manejar diversas informaciones, especialmente si se les presentan de forma simultánea
  • Dificultades de abstracción y de conceptualización por sus limitaciones cognitivas.
  • Mayor facilidad para olvidar lo aprendido.

Aún así, las dificultades de aprendizaje anteriormente mencionadas son subsanables o mejorables si se utilizan una serie de recomendaciones y estrategias en la enseñanza de los alumnos con síndrome de Down.

  • Dada su mejor percepción visual, aprenden con mayor facilidad si se apoyan en signos, gestos, señales, imágenes, dibujos, gráficos, pictogramas o cualquier otro tipo de clave visual.
  • Aprovechar su alta capacidad de observación y de imitación para favorecer y reforzar la adquisición de los distintos aprendizajes, utilizando el denominado aprendizaje por observación  siempre que sea posible.
  • Su capacidad de aprendizaje es continua, es decir, no se produce ningún parón ni estancamiento. Esto debe ser aprovechado para, aunque sea en un mayor espacio de tiempo, acabar consiguiendo las competencias planteadas.
  • Utilizar actividades y ejemplos concretos para contrarrestar su déficit de pensamiento abstracto.
  • Es necesario aplicar programas específicos de autonomía personal, entrenamiento en habilidades sociales y educación emocional, dirigidos a promover su independencia.
  • En la mayoría de casos es necesario confeccionar adaptaciones curriculares individuales, puesto que en el aula ordinaria pertenecen al grupo de alumnos con necesidades educativas especiales (NEE).

El objetivo principal de las adaptaciones curriculares y la utilización de estrategias educativas específicas debe ser, ante todo, lograr una adecuada integración escolar de los niños con síndrome de Down en la escuela ordinaria. Su paso por la escuela debe entenderse, así mismo,  como un paso más en el proceso de inclusión social que comienza en la familia y culmina en la etapa adulta, con su participación en la sociedad como ciudadanos con idénticos derechos y deberes que el resto.

Desde Gea Academy creemos que esa integración es posible y es necesaria. Debemos enseñar que no tienen una enfermedad, sino unas diferencias que pueden ayudarnos a nosotros también. Podemos crecer juntos, y aprender los unos de los otros.No hay que tener miedo a lo diferente.

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